miércoles, 6 de mayo de 2020

verduras al horno

BARRER LA NEVERA
Hay que ir al mercado dejarse llevar donde los ojos se vayan. Después ya pensaréis en què cocinar con el alimento, pero es la manera de comer variado y productos frescos. No hay que comprar con una lista porque siempre acabaríamos comiendo lo mísmo. Dejaros llevar: "Me encantan estos pimientos", "que calabacines más perfectos"...
Así que puede llegar un momento con muchas verduras en el cajón de la nevera y no saber qué hacer. Pues es el momento de hacer una sopa de verduras o unas verduras al horno. Todas valen, todo depende de lo que se tenga en la nevera. Para hacer esta receta no necesitamos más que verduras, aceite, sal, limón y ajo. Las verduras pueden ser las que tengas en casa, siempre y cuando no sean de hoja verde, tipo acelgas o espinacas que se quemarían al horno, por supuesto! Es que os lo tengo que decir todo! Pero podríais poner también, espárragos, ajos tiernos, berenjena, endibias, zanahorias ...


 INGREDIENTES:
1 tomate maduro de los de rama
1 patata
1 trozo de pimiento rojo
1 calabacín
2 cebolletas
1 diente de ajo
aceite
ralladura de piel de limón
sal y pimienta

Encendemos el horno a 150º para que se caliente.
El secreto para que no las tengamos que dejar mucho tiempo es como siempre cortarlas pequeñas, cuando las cortamos pequeñas disminuimos el tiempo de cocción.
Pelamos las patatas y sacamos la piel fea de la cebolla, la de fuera.
Cortamos las patatas en dados pequeños, las cebollas en dos o tres trozos según el tamaño que tengan. El calabacín en rodajas, sin pelar, y el tomate en rodajas gruesas porque es más blando. Cortamos el pimiento en cuadrados.
Tomamos toda la verdura y la ponemos en una fuente de horno. Lo aliñamos con sal y pimienta, un diente de ajo aplastado para que suelte más el aroma, un buen chorro de aceite y rallamos la piel de limón con el rallador pequeño por encima.
Ponemos las verduras al horno y lo bajamos a 120º para que las verduras se hagan poco a poco, las dejamos media hora. Subimos el horno a 150º y las dejamos 5 minutos más.
La verdura debe estar blanda y con un ligero color tostado, sino es así las podemos dejar un poco más.

martes, 5 de mayo de 2020

caballa a la plancha

SENCILLEZ

Es una receta del Martín Berasategui. Es muy típica en el País Vasco. Él lo bautizó como "Caballa a los tres vuelcos". Realmente la cocina vasca es muy sencilla, basada en el buen producto. Estas caballas me las dió un vecino que vive solo y tenía excedente. Se las había regalado un pescador, que suerte para mí que no las quisiera, más frescas no podían ser! La verdad es que eran buenísimas !! 
Esta receta con pescado azul es supersaludable. Receta sana no es ni mucho menos sinónimo de aburrida. Tiene la diversión asegurada, ya lo veréis



INGREDIENTES
2 caballas (abiertas para hacer "a la espalda")
2 ajos 
1 guindilla (opcional) 
vinagre de jerez 
aceite y sal 




El pescado abierto para hacer "a la espalda" significa que se abre el pescado por la barriga y se le quita la espina. Queda todo plano para poderlo hacer bien a la plancha. 

Una vez bien limpio el pescado, lo podemos pasar por agua un poco para quitar la escama que le pueda quedar, lo salamos. 

Ponemos una plancha al fuego y cuando esté bien caliente, paciencia, ponéis la caballa. Dos minutos por cada lado. Es un pescado delgado, no queremos que se nos reseque. 

En una sartén pequeña, mientras, ponemos un poco de aceite y cuando se haya calentado mucho ponemos los ajos pelados y laminados. Si queremos también podemos añadir una guindilla para darle un toque picante. Vereis que los ajos bailan y pierden un poco el color blanco, entonces ponemos un chorrito de vinagre y lo apartamos del fuego. Ponemos el pescado en una fuente y lo regamos con la preparación anterior de los ajos, el aceite y el vinagre. Vertemos el aceite junto con el jugo que ha hecho el pescado enseguida a la sartén y lo ponemos de nuevo al fuego hasta que vuelva a hacer ruido. De nuevo lo vertemos encima del pescado y lo volvemos a poner en la sartén. Lo hacemos una última vez. Esto son los "tres vuelcos". 

Y ya está! A comer que se enfría.
  

garbanzos con espinacas

NO MES SEAIS TIQUIS MIQUIS

El otro día tenía previsto hacer garbanzos con espinacas, pero venía mi "sobrinita" a comer, Mireia de 28 años. Me acordé que no le gustan los garbanzos, es todo un detalle recordar lo que gusta o no a los invitados. Pero después de dudar y de comentarle el menú y no decirme nada, seguí adelante con el plan que tenía.
La cuestión es que le encantó el plato, me decía que los garbanzos quedaban disimulados.
Creo que tenemos que buscar la manera de cocinar los alimentos para que nos gusten. Yo no como nunca melón, no lo soporto, pero en cambio suelo comer sopa de melón! Le pongo limón y menta y... así sí! Adelante con el melón!
A continuación esta receta apta incluso para los que no les gustan los garbanzos, o las espinacas, que todo puede ser!




INGREDIENTES:
1/2 kilo de garbanzos cocidos
2 manojos de espinacas
1 cebolla muy pequeña
1 tomate
1 ramito de perejil (tres o cuatro ramas)
1 puñado de piñones
1 ajo
1 rebanada de pan duro prima



Limpiamos bien las espinacas bajo el chorro de agua porque 
suelen llevar mucha tierra. Les sacamos los tallos y las hojas 
rotas o algo amarillas.
Pelamos y picamos la cebolla en trozos muy pequeños. 
Rayamos el tomate.
En una cazuela ponemos un poco de aceite, cuando esté 
caliente ponemos el ajo fileteado, los piñones, la rebanada de pan y lo doramos todo. Cuando esté dorado echamos el 
ramillete de perejil unos segundos, lo sacamos del fuego bien escurrido y lo ponemos ya en un bote para triturar después.
Ponemos en el aceite de la cazuela la cebolla cortada y la hacemos a fuego medio hasta que se vuelva transparente. Después añadimos el tomate rayado y añadimos sal y un poco de azúcar.
Cuando el tomate esté cocido, ya haya cambiado de color,
añadimos las espinacas. La cazuela tiene que ser lo suficientemente grande para que quepan. Primero ocupan mucho 
espacio y luego se van reduciendo.
Cuando tenemos las espinacas blandas añadimos los 
grbanzos y un vaso grande de agua.
Tomamos el bote batidor con los ingredientes que teníamos 
reservados y añadimos un poco de agua de la cazuela junto 
con unos pocos garbanzos y lo pasamos todo por la batidora. Podríamos decir que esto será un mojo, pero ya cocido, no 
con ingredientes crudos.
Cuando lo hemos pasado todo bien por la batidora y es una 
crema fina lo añadimos a la cazuela y apagamos el fuego y lo dejamos tapado. Probamos de sal antes de apagar el fuego.
 

lunes, 4 de mayo de 2020

pollo al ajillo

POLLO, TODO UN CLÁSICO

Puede que el pollo sea un clásico, pero tiene la cualidad de ser un plato de diario y poder convertirse también en un buen plato de domingo.  Prueba esta manera de hacerlo, es muy fácil y el resultado es buenísimo.  Se puede cocinar cuando tengas un momento, no vas a necesitar más de 35 minutos, y lo puedes tener guardado en la nevera para disfrutar en cualquier momento. Es una receta de pollo muy clásica pero hecha de una manera diferente.




INGREDIENTES

1/2 pollo en trozos pequeños (por ejemplo tres trozos de cada cuarto) 
1 hoja de laurel bolitas de pimienta 
4 dientes de ajo 
1/2 limón
 10 almendras o avellanas tostadas 
1/2 taza de vino blanco 
1/4 de coñac 
tomillo romero, orégano 
aceite, sal y pimienta 

Mira el video de la receta aquí


Tomamos el pollo y intentamos sacar pequeños huesos que hayan podido quedar para que no nos los encontremos después al comer. Aliñamos los pedazos con sal y pimienta. Sofreímos primero el pollo con bolas de pimienta, 2 dientes de ajo, que les habremos dado un golpe para que se resquebrajen y suelten más sabor, y laurel. Los doramos bien por un lado y por el otro. Los aderezamos  con las hierbas  aromáticas que a esta receta le van mucho. Cuando estánbien dorado el pollo echamos el vino y el coñac y media taza de agua un poco más tarde. Dejamos la cazuela 25 minutos a fuego medio, tapada, que vaya haciendo. El fuego no debe ser alto, pero tiene que ir hirviendo suavemente. Tomamos las almendras, los dos dientes de ajo restantes y el zumo de limón y lo pasamos por la batidora con un poco del jugo de la cocción de la cazuela para que sea más fácil de batir. Echamos el mojo a la cazuela. Lo dejamos diez minutos más a fuego medio destapado para que el jugo espese y ya está.


miércoles, 29 de abril de 2020

espaguetis con salsa de espinacas

UNA SALSA CON ESPINACAS






INGREDIENTES:
150 g de espinacas frescas
2 vasos de leche de almendra
2 cucharaditas de maicena
1 diente de ajo
1 cucharada de piñones
1 cucharada de pasas
175 g de espaguetis
nuez moscada
aceite y sal



Ponemos una olla al fuego con abundante agua y sal. Cuando hierva ponemos los espaguetis y los hervimos el tiempo que nos indica su envase.
Mientras en una sartén ponemos un fondo de aceite que no sea mucho, ponemos un ajo picado y al cabo de nada ponemos las espinacas, antes de que el ajo se dore demasiado.
Una vez las espinacas ya se han ablandado y bebido parte de su propia agua, añadimos un vaso de leche de almendra. En el otro vaso de leche de almendra mezclamos las cucharadas de maicena y las disolvemos bien, sín grumos. Una vez disueltas vertemos la leche en la sartén.
Lo dejamos a fuego bajo, lo aderezamos con un poco de sal y nuez moscada y lo dejamos al fuego hasta que se reduzca la leche y quede una salsa espesa. Después lo pasamos por el batidor hasta conseguir una salsa cremosa. Lo volvemos a poner en la sartén y lo mezclamos con los espaguetis una vez ya cocidos, bien escurridos.
Cogemos una sartén pequeña con un poco de nada de aceite y saltamos los piñones y las pasas. Sólo queremos que cojan un poco de sabor a tostado.
Servimos los espaguetis con las pasas y los piñones por encima.



jueves, 23 de abril de 2020

pollo al horno con botellín

AL HORNO! 
Hablemos  del horno, concretamente de pollo al horno. El horno nos permite dejar la receta dentro y no tener que estar pendientes. Debemos prestar atención sobretodo al olor que se vaya desprendiendo que siempre nos indicará cómo va la cosa. Cuando cocinamos un guiso tenemos que remover, añadir... siempre requiere más atención, pero el horno... Hay que perder el miedo al horno, es mucho más cómodo cocinar así.
Y esta receta no puede ser más fácil ni más original.







INGREDIENTES:

1 pollo entero y vaciado por dentro de vísceras
1 limón
1 cerveza coronitas (la medida es perfecta)
hierbas aromáticas en ramitas tipo romero o tomillo
sal y pimienta





Y ya está! Ponemos en marcha el horno la parte de arriba y la de abajo con la temperatura más alta que se vaya calentando. Tomamos el pollo entero, lo salamos por dentro y por fuera y le ponemos unas gotas de limón y pimienta negra por todas partes. Una vez lo tenemos aderezado cogemos una bandeja de horno y lo ponemos de pie, de tal manera que nos quede el cuello en la parte de arriba. Y ahora vamos a hacer unas porquerías: le introducimos por el culo la cerveza coronitas llena y ya destapada. La coronitas es la cerveza que mejor va por el tamaño que tiene. Dentro de la cerveza ponemos un ramillete de las hierbas frescas que tengamos tipo tomillo, romero, orégano o ajedrea. Ponemos el pollo al horno, veremos que se empieza a hacer. Cuando hayan pasado 15 minutos lo bajamos a 220º. Lo dejamos allí dentro con su juerga con la cerveza durante unos 25 minutos más. Como siempre el tiempo es orientativo, se debe ver el pollo con la piel bien crujiente y debemos oler a pollo al horno. Ya veréis como la cerveza al calentarse lo va regando y queda la mar de bueno. Si no se derrama toda la cerveza no pasa nada. No es que la receta no haya funcionado.

Venga chicos, animaros que ya no puede ser más fácil!